El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, participó este lunes en la toma de posesión de Gina Haspel como nueva directora de la CIA y no escatimó elogios hacia una persona que, tras 33 años en la agencia, “respira” los valores de una institución que nunca había contado con una mujer al frente.
“Vives la CIA, respiras la CIA y ahora dirigirás la CIA”, sostuvo Trump durante la ceremonia de jura del cargo de Haspel, que tuvo lugar en la sede de la Agencia Central de Inteligencia, situada en Langley, en el estado de Virginia.
Con esta ceremonia, Trump pudo dar por zanjado el reto que ha supuesto sacar adelante la nominación de Haspel como directora de la agencia de espionaje, debido a sus vínculos con la práctica de torturas que ensombrecieron el proceso de confirmación de esta agente que ha dedicado toda su vida profesional a la CIA.
“No hay nadie en este país mejor cualificado para el puesto”, aseveró Trump, quien destacó, además, que Haspel “es una persona fuerte y dura, que nunca da un paso atrás a la hora de defender al país”.
“CAZÓ TERRORISTAS SIN DESCANSO”
El mandatario no eludió la polémica al referirse al oscuro pasado de la nueva directora de la CIA y resaltó que durante los tres años posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001, Haspel “cazó terroristas sin descanso”.
“Nuestro reto es ser siempre los mejores, no podemos dormirnos en los laureles. Debemos aprender del pasado, pero no podemos vivir en el pasado”, dijo Haspel, quien aseguró que para ella “la CIA es más que una carrera, es una vocación”.
Desde un sobrio atril, engalanado de negro, y delante de seis banderas, tres del país y otras tres con el escudo de la CIA, Haspel, de 61 años, esbozó algunas de las que serán sus prioridades como máxima responsable de la agencia.
Entre éstas, según dijo, se encuentran la necesidad de reforzar los servicios lingüísticos de la CIA y aumentar la presencia de agentes en territorio extranjero con el objetivo de hacer frente al terrorismo global.